Distinguida Señora y Respetable Señor:
Agradeciéndole muy sinceramente su atención y tiempo, me congratula de manera muy satisfactoria, el tener el placer de su atención.
En los tiempos que corren y ahora más que nunca, renace con fuerza la figura del Mayordomo Administrador, como persona leal y encargado de aportar elementos valorativos en la toma de decisiones diarias. Acorde con los múltiples deberes y atributos que debe conocer y aplicar llegado el momento.
Dentro de la diversidad y tareas encomendadas por delegación al Mayordomo, y con la intención de no parecer pretencioso, en este punto cabe precisar: Qué de forma honesta y con la debida diligencia, centro mi actividad profesional, dentro de las funciones de Asistente, Consejero y Negociador. Lo que me permite conjuntamente con el equipo humano de apoyo poder ayudarle en la toma de decisiones, en asuntos de carácter Jurídico, Económico-Financiero, Social y de Imagen Pública.
Hoy hace un día estupendo, que invita al dialogo. Si es de su consideración y tiene la gentileza de llamarme, podremos compartir un agradable café mientras conversamos.
Quedo a su disposición, para todo aquello que precise y que desde el punto de vista personal y profesional pueda solventarle.
Sin nada más que comentar en esta ocasión, y reiterando las gracias por su atención y tiempo, quedo a su servicio, saludándole respetuosamente,
Dios guarde a usted y a su familia muchos años.